La situación se complica: puede haber riesgo en la comida de los aviones, porque las empresas que las cocinan tienen serias deficiencias higiénicas en las cocinas. Sabíamos que a veces los aviones, por prisas o por desidia, no mantienen la higiene a bordo que sería conveniente. También habíamos oído que tomar el té o el café que se ofrece tiene un riesgo bacteriológico alto.
Por si esto fuera poco, ahora el riesgo está en la comida que se sirve. Un estudio de la Food and Drug Administration, la agencia que cuida de la salud de los alimentos en EEUU, denuncia que las cocinas de las mayores empresas que ofrecen cátering a las aerolíneas, especialmente de Gate Gourmet y LSG Sky Chefs (propiedad de Lufthansa) --ambas operan también en Europa-- tienen invitados como "cucarachas, moscas y moscas", como explican el Chicago Tribune y el USA Today.
No sólo eso. La comida se guarda a temperaturas incorrectas y los empleados no tienen buenas prácticas higiénicas. Las empresas, por su parte, dicen que trabajan por mantener las instalaciones limpias y que hacen controles de calidad de la comida que sirven.
Seguramente, aunque revelador, tampoco es del todo sorprendente, ya que mucha gente ha escuchado historias muy raras sobre sucesos en cocinas, no sólo de cáterings para aerolíneas, sino de todo tipo de restaurantes. Pero esto no debe ser una excusa. Porque sino, lo único que se podrá pedir en un avión será agua embotellada, siempre que se abra el envase ante el pasajero y que no se usen cubitos...
Si al menos, sucia o no, estuviera buena...
ResponderEliminarYo reconozco que, incluso en los viajes largos, suelo tirar de víveres propios para el viaje. Cafés, bebidas, galletitas, panecillos con mantequilla (y sí, algún postre que tienta) es el único avituallamiento aéreo "aceptable".
Supongo/confío que será distinto en vuelos transoceánicos en categorías de megalujo.
No! Café no!
ResponderEliminarY sospecho que la comidas de megalujo las deben preparar las mismas empresas...