La semana en los blogs: cobrar por las maletas de mano, por ir al lavabo...

El mayor revuelo viajero de la semana viene del otro lado del Atlántico, de EEUU. Allí, la aerolínea Spirit ha decido cobrar nada menos que hasta 45 dólares por el equipaje de mano, el que se sube al avión, y a nadie le ha gustado la medida. Ni a los usuarios ni a la administración de Obama, cuyo Secretario de Transporte critica la medida en elliot.org, aunque el propietario, también en elliot.org, lo justifica asegurando que lo hacen para evitar retrasos, aumentar la comodidad de los pasajeros y para asegurarse que nadie paga nada que no quiera.
En fin. Quizá haya que tomárselo con humor, como Jaunted, que cree que los que mejor se pueden aprovechar de la medida son los nudistas, ya que yendo a un resort naturista, sólo es necesario llevar un gorro, crema solar y cuatro cosas más que caben bien en la bolsa que va bajo el asiento y que sí que se puede llevar gratis. O como booklocker.com, con unas propuestas para evitar el recargo que van desde no llevar ninguna muda e ir con lo puesto, hasta... volar con otra compañía, pasando por llevarlo todo encima, en varias capas.

Más cerca también han pasado cosas. Ryanair no soporta quedarse atrás en el mundo de los recargos y esta semana, casi para contrarrestar el efecto Spirit, ha tomado dos medidas. La primera, que ha pasado más discretamente, ha sido subir durante julio y agosto el precio de lo que cobra por maleta facturada, una medida que según travel-rants.com fastidia especialmente a las familias. La segunda, acelerar la implantación de un sistema de cobro por ir al lavabo. Esta última medida pretende dos cosas: recaudar más dinero a bordo, a parte de las loterías, y, como se prevé menos afluencia al lavabo, poder quitar uno o dos de ellos y añadir en ese espacio dos, cuatro o seis asientos más.

Una de las fuentes de recaudación a bordo de los vuelos es la comida y la bebida. Y la web británica moneysupermarket.com ha decidido comparar los precios de los productos que venden la aerolíneas de bajo coste con los de los de un supermercado. Y aunque la comparación se haya hecho en el Reino Unido, puede servir aquí, porque ya no hay tanta diferencia de precio.
En la página vinculada se puede ver la lista de la comparación. El resultado medio es que en el avión los productos son un 374% más caros que en el súper. Pero son mejores la conclusiones del estudio. Entre otras, que ninguna aerolínea estudiada ofrece alimentos "sanos" como fruta, que es más barato comprar (y hay más donde elegir) en el mismo aeropuerto antes de subir al avión y, sobre todo, que no hay límite de cantidad de comida que se puede pasar por los rayos X de un aeropuerto y que la única prohibición a bordo es beber alcohol traído por uno mismo.

Y para acabar, otro hotel al peso. Hace tiempo hablamos de uno en Alemania que calculaba las tarifas de la habitación según el peso de los clientes. Ahora, como explica Jaunted, en EEUU un Holiday Inn retoma la idea. La polémica sigue sobre si eso está bien o no, si fomenta alguna cosa o no. La cosa es que el precio que se pague incluye pensión completa y acceso a un gimnasio cercano. Hay que hacer cuentas y dieta...

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