Dentro de unos días, Moscú será la capital musical europea. Pero seguramente no en el mejor sentido posible, no en la línea del año Haydn, sino en el de música popular: es la sede de la final del festival de Eurovisión.
Moscú es un destino raro. Ha pasado de ser el centro del mundo comunista a ocupar un lugar como destino de lujo. Algunos de los hoteles y restaurantes más caros del mundo están en la capital rusa. Para algunos, es un lugar de excesos. Según el diario alemán 'Die Welt', Rusia es el cuarto consumidor mundial de artículos de lujo, el 80% de los cuales se compran en Moscú.
Y según el Índice del Coste de la Vida de la consultora Mercier, Moscú fue en el 2008, y por tercer año consecutivo, la ciudad más cara del mundo para los extranjeros que viven, con un índice de 142,4 (Nueva York marca el 100, Tokio sería la segunda, con 127,0, Madrid la 28º, con un 96,7 y BCN, la 31º, con 95,2)
Sea como sea, Moscú es una ciudad llena de atractivos, con una gran vida cultural, deportiva y centífica, y con una gran historia, más allá de las contradicciones, de la crisis y de Eurovisión. La ciudad es un foco de atracción turística. Recibió en el 2007 4,1 millones de turistas. Y a la vez es una ciudad llena de peligros: según la revista 'Foreign Policy', es una de las cinco capitales del crimen del mundo (Murder Capitals of the World). En esta clasificación, encabezada por Caracas (Colombia), está bastante por encima de Londres, París o Madrid. Se estima que hay unos 9,6 asesinatos por cada 100.000 habitantes. No obstante, el corresponsal del 'Chicago Tribune' en la ciudad no cree que sea un lugar especialmente inseguro, si se tienen las precauciones habituales de las grandes ciudades.
El compañero de blogs Himajina, en su propósito de 12 meses, 12 viajes, estuvo en abril del 2009 precisamente en Moscú. Extraemos de su blog algunos fragmentos, a modo de introducción a la ciudad.
La primera cosa que hay que tener en cuenta es que para entrar en Rusia es necesario un visado, que solo se concede si se tiene una invitación de alguien dentro del país:
se necesita una invitación, que se puede 'comprar' por ahí, pero que debería ser ofrecida por el hotel en el que uno se hospeda. El voucher/invitación implica, en principio, la previa reserva del hotel. Suele ser, además, una reserva "asegurada", ya que los hoteles suelen cobrarse una noche de hotel por voucher emitido si finalmente no se hospeda uno en él. Además, no suelen ser muy rápidos en la tramitación. Tras la reserva, debe uno contactarles para que te envíen un formulario que, tras remitirles completado, te permite tener el requerido 'voucher'.
Una vez que se tiene la invitación, hay que hacerse un seguro de viaje:
No sirve cualquiera, sino que debe ser de unas aseguradoras en concreto.
Y finalmente, hay que cursar el visado.
Foto carné y formulario. En Barcelona, según la página web del consulado ruso, es obligatorio que se tramite bien por Politours, bien por IberRusia. Los precios son de escándalo. Un mínimo de 70 euros por visado (más 10/15 euros por seguro médico). Y el precio puede duplicarse o más, en atención a la urgencia. Así, si se realiza en la última semana, Politours cobra 100/120 euros por visado, e Iberrusia me pidió 180. Todo ello, a causa que ellos tienen "sus días" para tramitar estas cosas. Sugerencia: Vale la pena hacerlo cuanto antes (la reserva, el visado, todo)"
Una vez aterrizado en Moscú, Himajina
se conciencia para denegar con indiferencia las (¿deshonestas?) proposiciones de decenas de 'taxistas' que se ofrecen sin disimulo [en el aeropuerto].
Además, hay que ir con alguna información previa buscada, ya que
en todo el aeropuerto no hay ningún punto de información turística (luego comprobaré que en la ciudad, tampoco). En un punto de información aeroportuaria, se apiadan de mi y tras fotocopiarme el plano del metro (cosa que agradezco, aunque así no hay quien distinga las líneas que lo forman) y tras llamar al hotel para preguntarles por dónde está (cosa que agradezco más), me señala en el mapa la estación más cercana (que tiene tres nombres -uno según cada línea que confluye-), diciéndome que tome el autobús 308 (100 rublos), que te acerca a una estación de metro.
El metro, una de las maravillas moscovitas, también fascina a Himajina:
tras comprar los billetes (22 rublos un billete) [...] uno tiene acceso a una de las redes más bonitas de metro del mundo (si no la que más).
Web oficial del metro de Moscú con mapa bilingüe (en inglés): http://engl.mosmetro.ru/
Respecto al alojamiento, Himajina primero pensó en el Izmailovo, pero al final eligió
el Golden Apple, [a partir de 170-200 euros por noche] un hotel "trendy" de cinco estrellas que posee en sus términos justos y sin excesos, todo lo que podría esperarse: una pequeña sala de fitness (una cinta para correr, una bicicleta elíptica y una bicicleta estática, junto a dos mancuernas y algunos discos), una pequeña sauna y un pequeño jacuzzi (estos dos últimos, disponibles bajo reserva). Asimismo, gratis también, dispone de wifi (aunque utilizo la cobertura de otro hotel cercano) y un sobresaliente desayuno."
No tenemos más noticias del viaje en el blog, aunque es posible que con los días la información se amplíe. En su defecto, añadimos aquí las interesantes recomendaciones del citado corresponsal del 'Chicago Tribune' (sólo apuntadas):
- Lugar favorito: Teatro Bolshoi (ópera y ballet)
- Un lugar secreto: los 'banya', baños de vapor; el más turístico es el Sandunov (edificio rococó del s XIX), pero el mejor el Seleznyovskaya (15 Seleznyovskaya Ulitsa, edificio 2; metro: Novoslobodskaya).
- Lugar para comer: los restaurantes de comida georgiana, es especial, los del barrio de Ostazhenka
- ¿Por qué deberías venir? Por la energía que desprende la ciudad.
- El mejor souvenir: la cerámica blaquiazul Gzhel. Pero el corresponsal advierte de que hay que ir con cuidado de dónde se compra, porque muchas tiendas de souvernir venden copias. Recomienda ir a la directamente a la ciudad de Gzhel, a 50 km de Moscú.
- La mejor forma de desplazarse: el metro, con 12 líneas y una montón de arte en las 176 estaciones. Y cuando cierre, los taxis piratas llamados 'chasniks', no tienen licencia, pero son más baratos que los oficiales
- Seguridad: en general, los pasos cebras son ignorados por conductores y motoristas
- Lugar más fotogénico: La plaza Roja nevada, con la catedral de San Basilio de cúpulas acebolladas y el muro rojo del Kremlin.
Fotografía de Richard Huska en Wikicommons.
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