La noche del 15 al 16 de marzo, agrupaciones de toda la ciudad plantan --la plantà--en las plazas de Valencia unas 700 estatuas --ninots-- construidas durante muchos meses con corcho, cartón/paper mâché, madera y cera. El destino final de esas estatuas es el fuego, ya que se quemarán durante la noche del 19 --San José-- al 20 de marzo, en la cremà de la nit del foc, un momento mágico. Esa noche, casi simultáneamente, se prenden hogueras en aquellas plazas valencianas para consumir esas figuras que tanto tiempo y esfuerzo ha llevado construir. Sólo unos minutos después, todo ese trabajo se ha convertido en cenizas.
Los ninots son, con frecuencia, unas representaciones irónicas o satíricas de la realidad. Detrás del esfuerzo constructivo, las agrupaciones tienen un afán competitivo. Quieren conseguir el ninot más espectacular, el más trabajado, el más ingenioso. Y eso porque las Fallas también son un concurso. Una votación popular decide cuál de las 700 estatuas se salva. El ninot indultat y se lleva al Museo Fallero, donde se expone.
Las Fallas, una fiesta cuyo origen se asocia a antiguas costumbres de los carpinteros (San José es su patrón), es una fiesta del fuego, pero también del ruido. Mascletaes, explosiones de petardos y fuegos artificiales, acompañan todos los días a la fiesta. El fuego en todas sus variantes. Durante las Fallas, también se celebran procesiones, entra las que destaca la Ofrenda de Flores a la Virgen de los Desamparados, y una feria taurina.
Valencia, más allá de las Fallas, se está convirtiendo en un destino turístico popular, gracias a la fuerte inversión pública. Tal vez la construcción contemporánea más representativa es el complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, con el mayor acuario de Europa (l'Oceanogràfic), un museo de la ciencia... Además, ha sido muy grande su repercusión internacional gracias a haber conseguido ser sede de la Copa del América de vela y de un gran premio urbano de Fórmula 1, que se celebró por primera vez en el 2008.
Además, es un buen lugar destino de playa, con la de La Malvarrosa como la más popular; gastronómico, con la paella y la horchata; arquitectónico, aunando la modernidad de la Ciudad de las Artes, con el pasado gótico del centro --Catedral con el Micalet o Miquelet, la Llotja y el Palau de la Generalitat-- y cultural, con el destacado IVAM, Instituto Valenciano de Arte Moderno.
Es fácil llegar y salir de Valencia. Desde la Copa del América, el aeropuerto de Manises cada vez recibe vuelos de más compañías. El tren también se está desarrollando. El Euromed conecta con Barcelona a una velocidad alta y no falta mucho para que se complete la línea del AVE Madrid-Valencia.
Links extra:
Junta Central Fallera: http://www.fallas.com/
Turismo de Valencia: http://www.turisvalencia.es/
Valencia lleva un tiempo realizando una interesante transformación urbana.
ResponderEliminarSus buenas comunicaciones con Barcelona y Madrid le hacen un destino tentador para una escapada de fin de semana.
No sé si quizás esté todo quizás un poco desproporcionado (en exceso) en relación con la población.
En cualquier caso, coincido contigo respecto de la ciudad. Sobre las fallas, lo cierto es que nunca he ido. Entre otras cosas, no me gustan los petardos.
¿Vienes a Valencia en Fallas y no sabes dónde dormir?
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