Las personas altas o muy altas, las que superan los 2 metros, tienen problemas cuando van de viaje. El pasado 13-5-2008, el International Herald Tribune dedicó un artículo a cómo las empresas turísticas están manejando este asunto. La idea es que si cualquiera se puede sentir encajado en un asiento de avión o sentir cómo le cuelgan los pies en una cama pequeña, una persona más alta que la media puede sufrir un poco.
En un post anterior sobre cómo sobrevivir a un vuelo en avión, se calculaba el espacio que tiene una persona que viaja en clase turista: 0,3 metros cuadrados. Un espacio realmente estrecho. La distancia entre respaldos, como lista Airline Quality, oscila entre 73 y 83 cm. En una persona sentada de altura media, la distancia entre la rodilla y la espalda está sobre los 60 cm, a lo que si se le suma la anchura del propio respaldo, unos 10 cm, deja poco espacio libre. Incluso si un alto vuela en clase business, los asientos-cama miden algo más de 1,80 metros una vez estirados, lo que también puede resultar escaso.
La solución, desde luego, no debe ser que se penalice a las personas por ser altas, teniendo que pagar más por sus billetes a cambio de más espacio en clases superiores. En los aviones es difícil de arreglar, por el denso uso del espacio que se hace, aunque una de las posibles soluciones es viajar en una nueva clase intermedia entre la turista y la business, la premium economy (turista plus...). O intentar cazar los muy buscados (por altos y por bajos) asientos en las salidas de emergencia, que tienen mayor separación.
En los hoteles, en cambio, sí que hay más posibilidades de 'negocio'. El artículo cita el ejemplo de la cadena estadounidense de hoteles Kimpton, que está empezando a ofrecer Tall Rooms, en algunos hoteles, con camas de 2,4 metros de largo, perfectamente acondicionadas: "Sealy Postulux Pillowtops with luxurious Italian-made, 100% cotton, 200-plus thread count sheets." Estas habitaciones, además de una cama más grande, tienen techos más altos, albornoces más grandes y duchas más altas. Otros hoteles a lo largo de EEUU añaden poco a poco habitaciones para personas altas. Pero no es, de momento, una tendenciahotelera general. Según el Herald Tribune, la altura estándar de una cama de hotel king-size (las más anchas, entre 1,80 y 1,90 metros) es de 1,83 a 1,88 metros. (Para los curiosos, Wikipedia tiene una tabla con las medidas medias de las camas por continentes y por nombres -king, queen, doble...)
El 5% de la población de EEUU mide más de 2,00 metros. En España, la estatura media de los hombres es de 1,73 a 1,76 metros y la de las mujeres, de 1,61 a 1,64 metros, según las fuentes, aunque Nautilia no ha conseguido encontrar qué porcentaje de la población supera los 2 metros. Seguramente será inferior al % de EEUU, pero poco se irá acercando. Quizá no sea un 'problema' de momento por estos lares, pero habrá que estar atentos. Viajar por todo lo alto.
Fotografía de la página de los hoteles Kimpton
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¿Y para los más bajitos no hay nada?... Supongo que también habrá un 5% de viajeros bajitos (digo yo) a quienes, por ejemplo, los compartimentos superiores de los aviones les sean poco útiles...
ResponderEliminarEstá claro que los bajitos son siempre los discriminados...
Investigaré este tema, Dani
ResponderEliminarGracias :)
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