El año 2003, un diario italiano publicó una encuesta que revelaba que tres millones de italianos se inventaban sus vacaciones. Sólo un poco después, alguien pensó que de eso se podía sacar provecho y creó una agencia de viajes falsos.
La encuesta en cuestión, encargada por el diario italiano 'Il Messagero', explicaba que un número creciente de personas preferían inventarse unos viajes ficticios en vez de reconocer que realmente no había ido a ningún sitio. Así, mientras todo el mundo pensaba que esas personas se habían ido, los falsos vacacionistas llenaban la nevera, se instalaban en su casa, apagaban el móvil y pasaban los días mirando la tele o navegando por internet
Algunos, incluso, para dar más verosimilitud a la creación compraban, por ejemplo, unas luces ultravioletas o unas cremas de autobronceado para ponerse morenos. Otros, un 19%, dejaban las plantas a los vecinos para que se las cuidaran. Y un 13% llegaba a comprar souvenirs del destino por internet.
La investigación la llevó a cabo un grupo de psicólogos italianos, que concluyó que el dinero no era la única causa para explicar la existencia de estos vacacionistas virtuales. Según uno de los psicólogos, se añadían sentimientos de soledad y un punto de sufrimiento psicológico en las relaciones con los demás.
La agencia
Más allá de estos casos raros, los que quieran inventarse unas vacaciones lo tienen cada vez más fácil. Hasta hace unos años, Persey Tours era una agencia de viajes convencional, con sede en Moscú. Pero las cosas no les iban bien. Así que se inventaron una nueva línea de negocio: los viajes inventados.
Según los responsables de la empresa, están vendiendo una media de 15 viajes falsos cada mes. Los paquetes vacacionales incluyen billetes usados, facturas de hotel selladas, fotos con las imágenes de los clientes superpuestas a los monumentos del 'lugar de destino' y unos cuantos souvenirs para las estanterías de casa.
Estos paquetes también puede servir como coartadas. Si el cliente es alguien, por ejemplo, que quiere viajar sin la pareja, por la razón que sea, Persey Tours le puede ofrecer un número de móvil del lugar de destino e, incluso, una dirección de hotel virtual con el que la pareja puede contactar para ver si se ha registrado en él. Y, por supuesto, le dirán que sí, pero que en ese momento no se puede poner. Si la excusa del viaje fuera, por decir algo, ir de pesca, Persey Tours le hará llegar unos peces como trofeos.
¿Cuánto cuesta esto? Un ejemplo. Un viaje a Brasil, con unos días en la playa de Copacabana (Rio de Janeiro, Brasil) y otros días de trekking por la Amazonia, sale por unos 350 euros, fotos, facturas y recuerdos incluidos. Como alguien ha comentado en un blog, es una idea absurda y muy cara, así que triunfará.
De momento no ofrecen, como en la película 'Desafío Total', la posibilidad de insertar unas vacaciones virtuales en tus recuerdos. Pero no hay que descuidarse, porque, por lo que parece, algunos investigadores ya han conseguido añadir recuerdos falsos en algunos cerebros.
Sea como sea, si alguien quiere empezar a experimentar esta forma de no-viajar, la web http://homepage.mac.com/michaela_eaves/vacations.swf permite crear falsas fotos de vacaciones inexistentes.
(Publicado en la revista 'nexe', de l'Associació d'Antics Alumnes de la UPF)
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