Séptima parte de una serie sobre Londres, con datos actualizados a
mediados del 2015, que incide en
algunas opciones para que el viaje no salga excesivamente caro.
La serie Londres 2015: 1.- Cómo llegar | 2.- La llegada | 3.- Cómo desplazarse | 4.- Dónde dormir | 5.- De compras |
6.- Dónde comer | 7.- Qué ver en el centro y el sur | 8.- Qué ver en la City, el British Museum, Camden y el norte |
9.- Qué ver en Kensignton, en los museos y el resto | 10.- Ir al teatro | 11.- Londres gratis, visitas guiadas y excursiones
Londres es una ciudad muy
grande y los desplazamientos consumen tiempo. Quizá lo mejor es dedicar días enteros a una
gran zona y concentrarse en sus atractivos. El plus para el visitante es que todos
los grandes museos nacionales son gratuitos.
En esta entrada y las siguientes, repasamos
a grandes rasgos las áreas principales. No está todo los que es, pero es todo lo que está.
Como indicación de los más importante, indicamos entre paréntesis las
estrellas que asigna la guía Michelin. *** significa 3 estrellas y es algo "que justifica el viaje".
Si
se mueve en familia,
la mayor parte de los museos tienen itinerarios y
zonas adaptadas a los más pequeños. De la misma manera, ofrecen
servicios a las familias, como baby changing rooms.
Los museos suelen abrir de 10.00 a 18.00 h. Una o dos noches a la semana muchos de ellos abren hasta más tarde, las 21.00 h
Nota:
se dan los precios para una entrada normal de adulto. Suele haber
descuentos en compras online, en billetes familiares o de grupo y en
entradas combinadas con otras atracciones.
EL CENTRO
Es arriesgado buscar un centro en Londres, pero se puede considerar que
Trafalgar Square (**) lo es. En la plaza, la
National Gallery (***).
La
National Gallery alberga una colección impresionante y enorme de
pintura europea. Las salas, ordenadas
cronológicamente, dan para días. Entre las obras maestras: Ucello;
Piero della Francesca; Van Eyck ('El matrimonio Arnolfini'); Botticelli;
Leonardo da Vinci ('Virgen de las Rocas'); Rafael; Holbein ('Los
Embajadores'); Caravaggio; Rembrandt, Vermeer, Canaletto, Turner,
Constable, Degas, Cézanne; Van Gogh ('Los girasoles')
Vaya al sur por
Whitehall,
la avenida del poder. El punto clave es el 10 de Downing Street,
la residencia del primer ministro. Si pasa por aquí camino de Buckingham
Palace para ver el sonoro cambio de guardia, deténgase antes en la
caserna de los
Horse Guards. Cada día a las 10.30 h, soldados a caballo deciden cómo queda
la guardia del edificio.
Al final de Whitehall está el barrio de
Westminster.
Es un barrio importante, porque tiene un palacio real y una iglesia
bastante grande. El palacio del barrio es ahora, después de algunos
incendios destructores, un edificio neogótico que aloja el
Parlamento (***) británico. El momento parlamentario más audible es cuando la campana Big Ben de su campanario da las horas. Hay unas pocas opciones para
visitar el interior del edificio (en general, los sábados y en verano, pero hay pocas plazas. 25 libras).
Si
quiere venirse arriba pero no puede entrar al Parlamento, a la misma altura que el reloj de la torre está la cara
noria London Eye,
al otro lado del río. ¿Las vistas?: ***
(desde 21,50 libras; descuentos
comprando online, a veces es más barato a primera hora de los días
laborables; busque el 'standard ticket', más económico que el 'fast
track'; una vuelta dura 30 minutos).
Si va en
familia, al pie de la noria puede visitar un
acuario
(desde 23,50 libras; descuentos comprando online; billetes familiares y
combinados con otras atracciones como la noria. Gratis para menores de 3
años) .
La iglesia del barrio de Westminster es, de hecho, una
abadía (***).
El edificio religioso más importante del país. El lugar que ve pasar la
vida real (de los reyes): bodas, coronaciones y entierros. Y el panteón
de británicos ilustres... Pero preste atención, porque algunas placas
como la Shakespeare no indican tumbas, sino que son monumentos
conmemorativos mientras que su tumba está en otro lugar; en el caso del
escritor, en Stratford upon Avon.
(entradas desde 20 libras; el precio
incluye una audioguía muy útil, que también se puede descargar; los domingos se dedican a misas y conciertos y no hay visitas)
Al oeste de Westminster, en el otro extremo del agradable
St James Park (**), está la principal residencia real, el
palacio de Buckingham
(**)
(abierto solo en agosto y septiembre; se ven unas pocas salas;
desde 20 libras; entradas combinadas con otros lugares reales). Esta
zona está especialmente concurrida en el momento del
cambio de guardia,
día sí, día no, a las 11.30 h. (diario entre abril y julio). Si se para
a ver el acto del Horse Guards, solo llegará al final del cambio,
aunque puede que ya sea suficiente.
Una vez que los actos cambioguardiantes se calman, puede dirigirse hacia Piccadilly. Y lo
puede hacer por varios caminos. El camino que seguiría un rey sería a
través de
The Mall, un amplio paseo en el que se ubicaba un mercadillo y
de donde llegó al inglés americano el término 'mall' --'centro
comercial'--.
Por su parte, un acomodado sir inglés caminaría por
Pall Mall porque seguramente es miembro de uno de los selectos clubs de
esta calle.
En cambio, un comprador adinerado iría por
Piccadilly,
con sus tiendas de lujo, el hotel Ritz (no intente entrar si es un
hombre descorbatado), la tienda Fortnum and Mason y la librería
más grande de Europa.
La plaza
Piccadilly Circus es un
icono de Londres, por su estatua de Eros y los anuncios luminosos. Y
actúa como cruce de caminos. Por un lado, la arteria comercial
Regent Street, en la que entre las muchas tiendas destaca la juguetería
Hamleys. Por otro, es la entrada al
Soho (*), un lugar en el que encontrará un lugar para comer y para tomar algo, y a
Chinatown.
Un poco más allá,
Covent Garden
(**), sede de un antiguo mercado, se ha convertido en centro del eje
turístico que va de aquí a Piccadilly. Es una de las zonas más animadas
de la ciudad y está activa hasta tarde, con espectáculos callejeros,
tiendas, restaurantes... Alrededor de la plaza encontramos la
iglesia de St Paul (*), conocida como la iglesia de los actores --hay muchos teatros en la zona--, la
Royal Opera House y el curioso
London Transport Museum, que explica la historia del transporte en la ciudad
(16 libras) .
EL SUR DEL TÁMESIS
(Thames se pronuncia /tems/) Uno de los
paseos más recomendables de la ciudad es el que sigue la orilla del río, desde la noria hasta el puente de la Torre de Londres.
La orilla sur, llamada
Southbank, a nuestros efectos visitadores, empieza en la
noria London Eye, que hemos visto antes.
Yendo al norte, el más bien feo bloque del
Southbank Art Centre
alberga algunas de las instituciones culturales más importantes del
país, entre las cuales el Royal Festival Hall (música), el National Film
Theatre (la filmoteca nacional) y el National Theatre (teatro). La
agenda de actividades es enorme.
Más o menos en el centro del paseo, el museo
Tate Modern (***),
de arte contemporáneo, es una parada obligada desde que se abrió
en el 2000. Está alojado en una central eléctrica abandonada y reformada
por los arquitectos Herzog y De Meuron, que también están liados con una
ampliación prevista para el 2016. Contiene una gran colección de arte
del siglo XX, con obras, por ejemplo, de Monet, Duchamp, Matisse,
Mondrian, Picasso, Pollock, Rothko y Warhol.
(entrada gratuita;
restaurante en la 7ª planta con buenas vistas y no carísimo; gran
librería para obras de arte y diseño)
Justo al lado del museo se alza una réplica del teatro que usaba Shakespeare en sus tiempos (siglo XVII), el
Globe.
En la sección 'Ir al teatro', más adelante, damos más detalles de las
representaciones. Aquí diremos que se ha reconstruido el edificio tal
como era en su época y el espíritu es que las obras también se
representen tal cual se hacía en el siglo XVII, por ejemplo, sin
decorados ni focos. El teatro funciona en primavera y verano. Fuera de
esta época, se ve un pequeño museo.
Unas calles y unas vías de tren después llegamos al 'centro' del barrio de Southwark. El
mercado (**) es ahora es un rincón apreciado por los gourmets, pero su
historia es larga. Se cree que en este lugar ha habido un mercado desde
hace 1.000 años. De hecho, es un lugar estratégico ya que el London
Bridge es el primer puente que se construyó sobre el Támesis y el único que existió hasta 1750. A diferencia, por ejemplo, de
París, en Londres la orillas del río están muy
descompensadas. Aquí, el sur tiene muchos menos atractivos turísticos
que el norte.
La iglesia del barrio es una
catedral (*). Una parte del edificio es del siglo XIII.
(entrada gratuita)
Llegados
a este punto, hay que mirar hacia arriba. Muy arriba. Concretamente
hacia el edificio más alto de Europa Occidental, el
Shard, que tiene un mirador de vistas espectaculares, quizá las mejores ahora mismo.
(entradas desde 20 libras; descuentos online)
Justo al lado, un pequeño y curioso museo, el
Old Operating Theatre,
muestra un quirófano del siglo XIX con anfiteatro desde el que los
estudiantes podían ver las operaciones en directo.
(6,50 libras)
El paseo se acerca a su fin en el
puente de la Torre (**),
al que se puede subir y que desde hace unos meses genera un poco de
vértigo, ya que en el paso superior han instalado un suelo de cristal.
Este puente levadizo es uno de las imágenes más características de la
ciudad. La verdad es que se sube esencialmente por las vistas, no por lo
que hay que ver en el interior. Por eso, si ya ha estado en miradores
cercanos, como Shard o St Paul, quizá no haga falta entrar.
(9 libras.
Descuentos online y para familias). La web indica los horarios en los
que se levanta el puente, lo que pasa casi cada día en algún momento.
Y acaba en la fortaleza-castillo-ciudadela-arsenal-prisión-palacio real de la
Torre de Londres (***),
con sus leyendas, sus 'beefeaters', sus cuervos y sus joyas de la
corona. Hay muchas cosas que ver y muchas historias y leyendas alrededor
de las diferentes construcciones. Reserve al menos una hora y media e
intente seguir una visita guiada.